Los Sobrevivientes: Todas esas canciones que has dedicado…

“Amar equivale a sufrir. Para evitar el sufrimiento, hay que huir del amor. Pero entonces, se sufre por no amar. Así que, amar equivale a sufrir; no amar equivale a sufrir; y sufrir equivale a sufrir. Ser feliz es amar. Entonces, ser feliz es sufrir. Sin embargo, sufrir le hace a uno infeliz. Por lo tanto, para ser feliz, uno debe amar o amar al sufrimiento o sufrir por sentir demasiada felicidad”

Woody Allen

Supongo que tarde o temprano lo más saludable es hacer las pases con el 14 de febrero. ¿Hay razones para detestarlo? Claro que las hay pero, ¿tiene sentido? Yo me rendí al catorce de febrero hace tiempo, me dejé llevar. ¿Qué diablos? Vengan a mi los chocolates, las películas cursis y los momentos sexys. Los amo a todos.

Para honrar el día he decido hacer una pequeña reflexión musical sobre aquellas canciones que alguna vez dediqué extasiado en el rush de endorfinas que significa estar enamorado.

Es muy posible que todos tengamos una lista similar, ciertas melodías que identificamos con ese alguien especial en un momento especifico. Lo malo es que cuando ese alguien especial deja de serlo por una razón u otra, la canción se queda ligada a su recuerdo y después escucharla se vuelve una marea de recuerdos que pudiera ser tortuosa.

En fin, así es la vida; dicen por ahí que el que no arriesga no gana. Dicen también que equivocarse es prueba de que lo intentaste y eso está bueno. La verdad es que dicen un chorro de cosas… ¿Y quién las dice? Probablemente un wey sin novia que odia el catorce de febrero.

Aquí mi lista muchachas y muchachos. Lo único que yo he aprendido en realidad es que sí vas a dedicar una canción, hazlo bajo tu propio riesgo, capaz y no la puedes volver a escuchar en la vida sin llorar como nena…

“Fade into you” – Mazzy Star: Pura belleza noventera, la voz de Hope Sandoval nos desarma y nos transporta. Aunque la letra no es tan clara y parece más abierta a la interpretación, pareciera que nos remite a un amor inalcanzable, a los constantes intentos de llegar a una persona que jamás acabará por aceptarnos del todo.

Existe una versión remixeada por Richard X y con la participación de Jarvis Cocker que tiene un sentido completamente diferente; recomendada como preludio para dar unos sentidos e inolvidables besotes. Simple y sencillamente hermosa.

Curiosamente esta canción me recuerda a la chica más guapa con la que he salido en mi vida. En serio, cuando estaba con ella me costaba concentrarme, a veces se me iba el hilo de lo que estaba pensando de lo bonita que se me hacía. La mera atracción física no es suficiente, por lo menos no a largo plazo. Sospecho por otro lado que yo me encontraba mucho más atraído a ella que ella a mi. Ni hablar del peluquín, se hizo lo que se pudo y lo que se pudo estuvo chido.

“In your eyes” – Peter Gabriel: Sin duda una de las grandes canciones que nos legó la década de los ochentas. La letra es simplemente perfecta, para cuando te traen cacheteando las banquetas y estás en esa cresta del amor en que te sientes invencible.

Peter Gabriel no sólo es un musicazo por su evidente y gigantesco talento; también tiene la rara virtud de saber descubrir y hacerse acompañar de artistas que no sólo lo complementan sino que lo amplifican. En esta pieza en especial escuchamos coros de Youssou N´Dour, percusiones de Manu Katché y el virtuoso bajo de Tony Levin.

Encontré mi primer gran amor en secundaria. Yo a ella, no ella a mi, pero bueno, eso era lo de menos. Era un jovenzuelo puberto y timidón, enamorado e invulnerable a todo. Conocía esta canción por mis hermanos mayores y cada vez que llegaba de la escuela en mi horrible uniforme, me ponía los audífonos y la escuchaba una y otra vez reproduciéndola de un cassete que teníamos del So.

Escuchaba In your eyes, pensaba en ella, regresaba, escuchaba, pensaba en ella, una y otra y otra vez. Así mataba mis tardes cuando iba en secundaria.

(Awwww for me…)

“Starlight” – Muse: Siempre pasa que cuando una banda como Muse saca una canción como Starlight sus fans más añejos comienzan a acusarlos de fresear. Hoy día, conozco mucha gente que afirma que Starlight fue el final de la mejor época musical de Muse. “Nada como el Origin of Simmetry”, dicen, “¿Dónde quedó el ‘punch’ del Showbiz?” preguntan…

La verdad no lo sé y particularmente en este caso no me importa. Starlight es una canción que me calienta el corazón como un buen trago de cognac; me trae los mejores recuerdos de cuando escuché a Muse en directo por primera vez en el Palacio de los Deportes y después en el Foro Sol; justo en esta rola miles y miles de celulares brillando en la oscuridad, haciendo una pequeña galaxia estrellada.

(Capacidad para ser terriblemente cursi, una de mis superheroicas habilidades)

En fin, iba terminando la universidad cuando esta rola sonaba a todo lo que daba. Me encontraba en una relación a larga distancia, clavadísimo valga aclarar, y cíclicamente me montaba en una nave intergaláctica (una avión de Interjet para ser exactos) para cruzar varios estados de la república y estar con la chica que amaba.

Starlight era la rola en mi cruzada amorosa de kilómetros y kilómetros de distancia. La noche del 12 de abril del 2007, cuando Muse tocó está canción, me acabé mi crédito pre pagado en una llamada de larga distancia.

Hold you in my arms,

I just wanted to hold you in my arms…

Así las cosas mis amigos, no voy a alargarme más porque ya me estoy poniendo muy melancólico y melosón. No luchen contra el catorce de febrero, dentro de lo posible, pásenlo bien: coman chocolates, vean películas de Cameron Díaz, lean un libro de Murakami, retáquense una botella de vino y salgan de casa; no importa que tan solos piensen que están en este momento de sus vidas, allá afuera hay alguien que los está esperando para darse unos besotes.

(Igual ese alguien no los conoce aún, pero eso se puede arreglar, right?)

Les dejo el playlist que armé para escribir esta cursilería, úsenlo para crear buen ambiente; tal vez para el final de su cita momentos sexys los esperen…

@alex_dsv